A través de la música, el teatro y la ecología, abrimos un espacio de reflexión sobre nuestras pautas de consumo y el concepto de basura, a la vez que nos llenamos de valores que favorecen el desarrollo personal y la vida en colectivo.

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Los participantes se convieren en protagonistas de un proceso de enseñanza-aprendizaje que apoya el desarrollo de su creatividad y asombro, a la vez que son sensibilizados sobre el cuidado y respeto del entorno. Cuestionamos vivir es consumir y, nos preguntamos hasta qué punto lo que consumimos es necesario para nuestras vidas y colectivamente determinamos cuáles son las verdaderas necesidades humanas para ser más felices y tener mayor calidad de vida y bienestar.

 

Organizamos orquestas de percusión y representaciones teatrales sonorizadas; todos los instrumentos musicales y escenografías son construidas por los participantes con material destinado a "convertirse en basura". Entendiendo la relatividad del concepto basura podemos llenar nuestra vida de arte.

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La formación de reproductores del proyecto nos permite darle sostenibilidad a nuestra propuesta y asegurar su continuidad e impacto a largo plazo.

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Hasta el momento, el proyecto lo hemos desarrollado en México, Canadá, Uruguay, Italia, España y Austria.