El arte nos permite construir espacios de encuentro en los que desarrollar formas de relación basadas en la cultura de paz y la no violencia. Las comunidades crean colectivamente proyectos a través de los cuales desarrollan procesos de identificación que les permiten vencer estereotipos, espacios de cooperación que rompen el anonimato y oportunidades para entender y construir su entorno desde nuevos parámetros basados en valores para la convivencia y el rechazo a todas las formas de violencia.

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Este programa lo hemos desarrollado en México, en el marco de programas federales y estatales para la prevención de las violencias y la delincuencia y en Medellín (Colombia).